Las siglas AOVE hacen referencia al Aceite de Oliva Virgen Extra de toda la vida. Un aceite de oliva que se ha constituido como uno de los ingredientes indispensables de la gastronomía en general.
Encontramos su uso sobre todo en dietas saludables como la mediterránea, donde el AOVE se ha convertido en un producto estrella, no solo por su sabor, sino por sus múltiples propiedades y beneficios para la salud y el organismo.
El Significado de AOVE
El significado de AOVE y el de Aceite de Oliva Virgen Extra es el mismo. Aceite de oliva virgen extra y AOVE son sinónimos, no existe diferencia. Pero sí que es cierto que cada vez se utiliza más y está más de moda el acrónimo AOVE para referirse a este aceite.
Por su parte, AOVE es un término que proviene de su homólogo anglosajón EVOO (Extra Virgin Olive Oil). No hace mucho, estas siglas contaban con un uso muy exclusivo. En la actualidad, sin embargo, no son pocos los restaurantes, recetas, blogs, o las empresas dedicadas a la producción y comercialización del Aceite de Oliva Virgen Extra los que utilizan ya el término AOVE para referirse a al aceite de oliva virgen extra. No cabe duda de que el término AOVE se ha popularizado entre los consumidores.

No todo el aceite de oliva es AOVE
El término “aceite de oliva” engloba muchas variedades de diferentes calidades y propiedades. Y, aunque siendo honestos, comparado con otros aceites vegetales como el de girasol o el de palma, cualquier aceite de oliva es mejor y más saludable, no se debe olvidar que el AOVE (aceite de oliva virgen extra) es el mejor aceite de todos y el de mayor calidad.
Por tanto, no debe confundirse con el resto. El aceite de oliva, como tal, es una mezcla de aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes. La calidad de la aceituna de la que procede es de menor calidad que la del AOVE o la del aceite de oliva virgen, por lo que es necesario su refinamiento para mejor el sabor y el olor. Este proceso químico hace que el aceite pierda algunas de sus propiedades.
Por su parte, aunque algo mejor que el anterior, porque se obtiene a través de procesos mecánicos, el aceite de oliva virgen se extrae de una aceituna más deteriorada que el AOVE (el extra), siendo “solo virgen”, por tanto, de menor calidad.

AOVE, el aceite de oliva de mayor calidad
El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) no es un aceite de oliva cualquiera. Se trata de la calidad superior del aceite. Es el mejor zumo de oliva que se extrae de forma natural de las aceitunas de la almazara. Aceite de oliva virgen extra sin ningún defecto, en su estado más óptimo. En el AOVE las propiedades se presentan intactas.
Para que un aceite sea Virgen Extra debe tener un porcentaje de acidez que no supere los 0.8.. A diferencia de la creencia generalizada, de que a mayor acidez mayor calidad del aceite de oliva, es al contrario. Un aceite será mejor cuanta menos acidez posea. Además, un aceite debe contar con una alta cualidad organoléptica, es decir, que se puedan apreciar claramente el sabor y el aroma. De esta manera acabamos consiguiendo un producto gastronómico exquisito y con múltiples propiedades. El AOVE es, probablemente, la grasa vegetal más saludable que se puede consumir.
Además del origen del fruto, procedente de la mejor aceituna, y con unas buenas condiciones del campo en el que se va a cosechar, su extracción en frío, y los procedimientos mecánicos en lugar de químicos para su elaboración, hacen del AOVE el mejor aceite de oliva.

Así, gracias a todo esto, el AOVE presenta una mayor concentración de compuestos naturales como el oleocantal o la oleupeína. Compuestas que serán los responsables de un sabor algo picante y amargo, pero siempre equilibrado. Ahora bien, en función de la variedad y el estado de madurez del fruto del que proceda o la climatología, estos antioxidantes se potenciarán en mayor o menor medida.
Como hemos mencionado, en función de la variedad del fruto, su madurez, y procedencia, el AOVE tendrá unas propiedades u otras. El sabor y la intensidad del Aceite de Oliva Virgen Extra vendrán determinados por el tipo de aceituna. No hay una elección mejor que otra, dependerá del paladar de cada uno o del diferente uso en cocina que se le vaya a dar.